Características físicas


El lobo como especie se distribuye prácticamente en todo el hemisferio Norte; pero su aspecto difiere según las subespecies, como forma de adaptación al medio en los diversos hábitat ocupados, presentando variaciones de peso, tamaño e incluso color del pelaje; por lo que su aspecto varía no sólo de una a otra región, sino entre los diferentes ejemplares.

APARIENCIA

Peso y Tamaño- Un lobo adulto pesa entre 16 y 60 kg, El peso de los lobos aumenta de sur a norte; siendo el más pequeño el canis lupus arabs (peso medio aprox. 18 kg), mientras que los de mayor tamaño se encuentran en Alaska , un lobo de 80kg sería un caso excepcional, difícil de encontrar en Europa, a pesar de que se han llegado a documentar hasta 96 kg en un ejemplar de los Cárpatos. Al contrario que en los lobos adultos, entre los lobeznos las hembras suelen pesar más que los machos. Así mismo, la longitud del cuerpo varía considerablemente de una zona geográfica a otra; de 100 a 150 cm del hocico hasta la base de la cola, de entre 31 y 51 cm. El lobo es también el cánido más alto, la altura de la cruz varía de 50 a 81 cm.
El Pelaje - En lo referente al color, presenta una gran variedad, algo que no es común  entre los mamíferos. Los lobos del norte de Canadá suelen ser blanco crema uniforme, sin embargo al sur del mismo país tienen colores más mezclados (blanco, gris, beige, negro). En una misma camada de algunas subespecies el pelaje puede ser totalmente negro, blanco o gris. El color del pelaje de un individuo puede cambiar con la muda y también con la edad. En Italia, los jóvenes son más bien grises, mientras que los adultos resultan más rojizos. Los lobos de pelaje negro pueden volverse grises, a veces plateados, antes de la edad adulta. No es común el caso de un lobo totalmente negro, excepto en la zona del Tíbet.
En la mayoría de los lobos, las variaciones de color en el pelaje resaltan distintas partes del cuerpo (ojos, orejas, garganta, pelos eréctiles...) lo que refuerza las expresiones faciales y la posición de la cola. 
El pelaje de los lobos está compuesto por dos capas diferentes. La primera es de pelo lanoso, la borra,que actúa como aislante térmico, y está formada por pelos finos, cortos y ondulados por lo general. La segunda capa, que confiere al lobo su color, la forman los pelos de cobertura, gruesos, largos y rígidos que alcanzan una mayor longitud en la nuca y la zona de los omóplatos. Estos pelos están impermeabilizados gracias al sebo, ofreciendo protección contra la lluvia y la nieve. Los pelos del dorso son eréctiles, sirviendo a la expresión corporal del animal. 
El lobo ártico posee largos pelos y borla espesa, para soportar el rigor de las temperaturas; por el contrario, el lobo indio, tiene el pelo corto, con una borra poco frecuente o ausente. El pelaje se espesa desde finales de otoño, el pelaje de invierno puede pesar hasta 1 kg, por lo que el lobo, tras la muda de primavera, puede parecer más delgado.
Existe un tercer tipo de pelo; son las vibrisas, situadas sobre el hocico y las mejillas, que permiten al lobo percibir los estímulos táctiles. 



CRÁNEO Y DENTICIÓN


El lobo es un depredador de marcha, por lo que sus ojos están en el frente de su cráneo. El cráneo del lobo es grande y largo y se estrecha hacia adelante, unas mandíbulas masivas constituyen la base a la que los fuertes músculos de los dientes masticadores se adhieren. 
De los cuarenta y dos dientes del lobo, especialmente adaptados para la depredación, cuarenta ayudan al lobo a sujetar a su presa. Hay seis incisivos arriba y seis abajo, dos caninos arriba y dos abajo, ocho premolares arriba y ocho abajo y cuatro molares arriba y cuatro abajo. Los dientes más grandes del lobo son los caninos, o colmillos, sirven para matar a la presa gracias a una presión poderosa de las mandíbulas. El corte y la masticación se realiza con los cuatro premolares superiores y el primer molar inferior. Estos dientes especializados para cortar tendones y carne dura, mientras que los molares ayudan a romper huesos.


SENTIDOS


El Olfato- El olfato desempeña un papel fundamental en la percepción del lobo. Cada ejemplar tiene su propio olor,  que determina su identidad. Al mismo tiempo, a través de las marcas olfativas, el lobo delimita su territorio, y puede reencontrar el camino cuando se extravía. El olfato le es también indispensable para la caza, y para detectar peligros como la presencia humana. 
El olfato del lobo le permite oler las presas mucho antes de que pueda verlas. El interior de la nariz de un lobo contiene superficies húmedas que "atrapan" olores en el aire. La trufa (punta del hocico) del lobo posee una superficie de receptores olfativos más importante que el perros común; la mucosa que tapiza el interior de las fosas nasales presenta numerosos repliegues, lo que aumenta la superficie de contacto con las moléculas olorosas . Puede incluso sentir la presencia de un animal varios días tras el abandono de la localización del mismo.  
La Vista- La vista es el segundo sentido más desarrollado en el lobo, por un lado le permite reconocer y comprender las posturas corporales a través de las que se expresan sus compañeros, y, por otro, cumple una función esencial en la caza. Capaz de ver en tres dimensiones, el lobo posee buena vista en condiciones luminosas, pero especialmente en el crepúsculo y el alba.
Los lobos pueden ver formas y especialmente, movimientos a larga distancia, y su visión periférica ( su campo visual es de 250º) es extremadamente precisa. Son capaces de detectar incluso el más ligero movimiento de animales tan pequeños como insectos, a una distancia superior a tres metros, y percibe el movimiento un gran animal a distancias considerables.
El Oído- Este sentido es importante para la comunicación entre los diferentes miembros de una manada, o entre manadas diferentes; especialmente a larga distancia. Incluso cuando duerme, las orejas del lobo se mantienen erguidas para poder captar sonidos producidos por otros animales. 
El lobo puede percibir algunos sonidos de alta frecuencia imperceptibles para el humano. Es probable el oído cumpla también la función de localizar a la presa durante la caza, pues los lobos pueden conocer fácilmente de que dirección proviene el sonido girando las orejas de lado a lado. La dirección a la que apuntan las orejas cuando el sonido es más alto le indica al lobo en que dirección viene el sonido, lo que puede ayudarle a localizar, por ejemplo, roedores bajo una capa de nieve. 
El lobo tiene una gran capacidad para distinguir sonidos, el pabellón desarrollado de su oreja le permite concentrar hacia el conducto auditivo los sonidos propagados en el aire. Un lobo puede oír  aullar a otro hasta una distancia de 6,4 a 9,6 km (según las condiciones) y de aislar el voz de un individuo del coro de la manada.


MOVIMIENTO


La marcha del lobo es ágil, poniendo de manifiesto la flexibilidad del pie. Sus garras pueden tener hasta 13 cm. de longitud. Cuando los dedos gruesos y mullidos están juntos se compactan, pero el pie también se puede extender. Así, cuando anda, el lobo mantiene su pie de forma compacta, reduciendo el  área de fricción. Sin embargo, durante las maniobras difíciles, los dedos se pueden extender muy lejos, permitiendo a los dedos aferrarse a  las rocas, troncos y otras superficies desiguales. Los lobos corren sobre sus dedos, lo que aumenta su tamaño de patas y hace posible que corran más.
La marcha más corriente es el trote, con el que recorre grandes distancias sin agotarse en exceso, pudiendo recorrer hasta 60 km en una noche. para desplazarse más rápido, para capturar a la presa o huir, el lobo galopa hasta una velocidad punta de 45/50km. 
A marcha lenta se puede distinguir la huella de las cuatro patas, mientras que al trote, el pie posterior se coloca exactamente en la huella del pie anterior del mismo lado; el lobo tiene tendencia ,arcada a correr en línea recta. En la nieve, los lobos van en fila india, colocando sus patas en las huellas de aquel que le precede, para economizar energía. Sus patas actúan un poco como raquetas,  al tiempo que, por la distribución general del peso del lobo, se hunden con menos facilidad en la nieve que otros animales. 
Si la nieve es alta, el lobo puede desplazarse a saltos. De hecho, un lobo puede dar saltos de 5 metros. También resulta ser un buen nadador.

  

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